Creo interesante que sepan que la rica piña colada que forma parte de nuestros cócteles más codiciados en realidad no es autóctono de nuestro país, sino que es una bebida de los años 70 surgida en Puerto Rico. Sin embargo hay quien dice que los primeros indicios de este trago datan de los tiempos de la piratería en el Caribe. Son muchas las teorías pero si algo está claro es que los cubanos hemos adoptado la “Pina Colada” como nuestra.
La base clásica de este cóctel es la crema de coco, el jugo de piña, el ron blanco, todo mezclado con hielo picado y trocitos de piña, muchas veces decorado con cerezas en almíbar.
La verdad es que la piña colada es de mis tragos favoritos y la pido en cada bar que visito o cada vez que me voy para la playa. Pero acá les dejo 3 lugares en los cuales hacen de las mejores piñas coladas que he probado en mi vida.
1. El Mirador de Bacunayagua:
En un viaje a Varadero con unos amigos decidimos parar el en mirador de Bacunayagua, a unos 104 metros sobre el nivel del mar y considerado una de las siete maravillas de la ingeniería cubana. Primero decir que las vistas desde este sitio son sencillamente espectaculares. Y disfrutando de estas vistas decidí probar, como siempre, una rica “pina colada”. Me impresionó el uso de ambas frutas en su estado natural y frescas. La combinación de las vistas y el frescor del cóctel hacen que este sea uno de los lugares donde más se disfruta de una piña colada.
2. Desde la terraza del hotel Ambos Mundos
La Habana Vieja guarda miles de encantos y secretos en todos los rincones, pero las vistas desde las azoteas y terrazas son las mejores. En una visita al reconocido hotel Ambos Mundos y tras los pasos del escritor Ernest Hemingway decidí sentarme en la terraza y para mi sorpresa al pedir una piña colada me trajeron el delicioso trago dentro de la cáscara de una auténtica piña. ¿Puede haber algo más caribeño y más cubano? El sabor delicioso y merece mi 10 también.
3. El ambiente vintage del Café Fortuna Joe
En el corazón de Miramar en la Avenida 1ra esquina 24 se erige este bar restaurante que visité hace unos meses con mis compañeros de trabajo. Sin duda escogimos el lugar ideal porque la mezcla de elementos vintage con la temática marítima les funciona muy bien, sobre todo si tienes el placer de sentarte sobre el carruaje en el interior del bar. A la llegada de la pila colada me extrañó ver uno tajada de melón al borde de la copa, pero la verdad es q le dio un toque de color que no había visto antes y los sabores del trago eran sencillamente espectaculares, bien denso y espumoso y con la cantidad perfecta del buen ron blanco Havana Club.